«Aprendemos a tocar a base de curtirnos el lomo”

Entrevistamos a Los Estanques, la banda de las «Tres Pés”.  Podremos disfrutar de una muestra de su glorioso directo en la entrega del 5ª Premio Ruido al Mejor Disco del Año.

Tenéis vuestros orígenes en Santander, pero vivís en Madrid. Es curioso porque un músico como Quique González, madrileño, de toda la vida, se fue a vivir a Cantabria. ¿Hay algo que echéis de menos de allí? ¿Qué ventajas os ha ofrecido Madrid como músicos?       

En lo personal muchas cosas, sin duda Cantabria es un lugar muy especial, sobre todo para quien ha crecido allí y sabe sacarle el jugo. Pero Madrid nos ofrece un mundo nuevo enfocado a la música que allí no teníamos, por eso decidimos venir, y sin duda ha merecido la pena. Ya tendremos tiempo de volver. Aquí no paramos de chocar con gente nueva que echa a andar proyectazos bien interesantes, y ser uno más de esos proyectos hace que aportes en el resto tu granito de arena y que el resto te aporte también el suyo.

El sonido Canterbury está muy presente. ¿Cómo lo descubristeis y qué es lo que os atrapa de ese sonido?        

El panteón del Canterbury lo tenemos bien machacado. Soft Machine, Caravan, Gong, es complicado que no sean una referencia de la gente a la que le gusta la música que a nosotros nos gusta (y que hacemos), aunque como referencia nuestra también hay que añadir a Supersister, grupazo que aunque fuesen holandeses siempre es gracioso meterles en el saco del Canterbury.

¿Es difícil encontrar músicos para un proyecto tan exigido técnicamente como éste?

La verdad es que nosotros vamos llegando a nuestro máximo técnico según vamos sacando discos, o sea, que aprendemos a tocar a base de curtirnos el lomo con la música que hacemos. Y llevamos así desde que empezamos. De hecho, la cosa va menos con la técnica que con el gusto musical por el estilo que hacemos. Aunque a cada miembro le tire cierta música o cierta otra, todos compartimos un estilo común (eso de las tres pes: Pop Progresivo Psicodélico), que hace que podamos seguir mejorando técnicamente sin que importe mucho hasta dónde hemos llegado antes o qué hemos hecho en otras bandas.    

Una vez que empezáis a cantar, nos vienen a la cabeza grupos como CRAG o Solera. ¿Qué otras bandas son referencia y creéis que están algo olvidados en nuestra memoria sonora?

Referencias muchas, y de todos los palos, aunque si os viene a la cabeza CRAG y Solera (lo cual es el mejor piropo que nos podéis echar) ojalá sea por dos cosas: uno, porque tratan las letras en castellano de la mejor forma (le sacan al castellano una musicalidad que para nosotros no tiene igual), y en eso los tenemos como una referencia siempre presente a la hora de escribir; y dos, porque el concepto que tienen de la música (lo que buscan, y cómo llegan a ello) es en gran medida el mismo concepto que tenemos nosotros, y en eso no importa que hayan sido españoles o no. Pero podríamos decir que de estilo tampoco nos parecemos tanto, o sea, que habría otras bandas más cercanas estilísticamente aunque nuestra referencia directa sea CRAG y Solera. Así que, si hay que decir otras bandas españolas que nos hayan influenciado, digamos Ibio, Bloque, Los Canarios, y por qué no, porque son argentinos, Materia Gris (éstos sí que han hecho mella).

Bebéis de bandas muy concretas, incluso en el plano estético. ¿por qué esa “retromanía” (citando a Simon Reynolds)? ¿Hay algo del presente que os sea especialmente molesto?         

Radicalmente todo lo contrario. Estamos bien a gusto con el presente, cada día más. Simplemente hemos crecido exprimiendo al máximo la década mágica que va de 1965 a 1975. Lo que parece mentira es que sigan apareciendo discos y discos increíbles de esos años. Así que valoramos cómo comprendían la música de aquellas, habiendo infinidad de grupos en el resto de épocas que la comprenden igual, simplemente entonces era la moda y parece que en el resto de décadas no. Nosotros creemos que la de los años 20 que entra apunta otra vez a que la música mande sobre el resto de factores en una banda. Veremos a ver cómo sigue la cosa. 

Hay un punto de arqueología musical en vuestra música. Hace poco, veíamos que la venta de vinilos había superado a la de CDs por primera vez desde 1986 ¿Qué rarezas incluye vuestra colección de vinilos?         

¿Rarezas? Entre muchas otras, ahí van unas cuantas joyazas.

  • The Collectors – The collectors (1968)
  • Elmer Gantrys Velvet Opera – Elmer Gantrys Velvet Opera (1968)
  • Giles Giles and Fripp – Cheerful Insanity (1968)
  • Touch – Touch (1969)
  • White Noise – An Electric Storm (1969)
  • Gracious – ! (1970)
  • Tea and symphony – Jo Sago (1970)
  • Henry Cow – Legend (1973) y Unrest (1974)
  • This Heat – Deceit (1981)
  • Echolyn – As the world (1995)
  • y por supuesto, Malcolm Scarpa en general.


¿Qué supone para vosotros estar nominados a Premio Ruido?

Pues una señal (junto a las muy buenas nominaciones de ésta y las anteriores ediciones) de que se va abriendo hueco para otro tipo de gustos musicales entre las preferencias del público, que al final es el que hace que esto vaya de bien en mejor. Que haya un premio que se otorgue al disco del año es algo que le viene muy bien a la música de este país, empuja a que las bandas no se centren en conseguir el hit del que tirar el resto de su vida.

¿A qué bandas os sentís más próximos en España? ¿Alguna con la que tengáis especial afinidad?           

Sin duda hay ciertas bandas con los que estamos teniendo mucho contacto porque compartimos tipo de público y eso hace que coincidamos en mogollón de bolos, como son nuestros hermanos Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, un orgullo volver a coincidir en la final del Premio Ruido. Pero son muchos los lazos que estrechamos día a día, por ejemplo al participar en proyectos a los que se suma esa gran cantidad de músicos que hay en Madrid dando guerra día a día, como son Kitai, grandes amigos también.  

¿Qué nos podemos encontrar en un concierto vuestro?  

Mucha intensidad y otra forma de la música que podéis encontrar en el disco. Una bien distinta de la otra aunque sean la misma música.

¿En qué estáis metidos ahora?

Íñigo está con el quinto disco, no sale del estudio. Conti está sanísimo, componiendo su primer disco en solitario. Germán se ha quedado dormido. Pozo juega con el ableton. Y yo escribiendo estas líneas.