Nixon + Penny Necklace. El Intruso. 13 XI 2019. Casi Sold Out.
Si había una artista que encajaba en #SesionesRuidoByStubHub era Odetta SP, alma mater de Penny Necklace. Estas sesiones fueron concebidas como espacio y encuentro donde mostrarse en otro contexto, libre y alejado de necesidades promocionales. Odetta SP es metamórfica, cambiante y heterodoxa. Comenzó su carrera envuelta en timbres más acústicos y cantando en inglés, pero pronto cambió de idioma y giró hacia el espectro alt-J, uno de sus principales referentes. En directo puede ir en cuarteto, en trio, con un cajón y una acústica, con guitarra eléctrica…Ha mostrado sus canciones en tantos formatos que resultaba toda una incógnita saber qué íbamos a encontrarnos en El Intruso. Detrás de su sintetizador y apoyada en bases, también echó mano puntualmente de su guitarra eléctrica.
Abrió con un color neutro, “Blanco”, y siguió con una de sus canciones más conocidas, “Aranda”, la única que tocó de ese disco-fanzine que la puso en el mapa. Tuvo tiempo para su E.P “Sólidos” (2019, Lago Naranja Records) con “Metal” y “Piedra” e interpretó por primera vez en directo su último single “Agua”, que salió hace unos días y formará parte de un E.P. “Líquidos”. Desgranó un set breve, donde mezcló de forma muy inteligente los distintos conceptos bajo los que engloba siempre sus canciones. No en vano, cerró con un color cálido, “Rosa” con la insistente coda final: “El futuro depende de lo que hagas hoy” que hizo mover la cabeza a todo el público. Su voz de dulce apariencia se salpica con sus particulares “s” de lija que añaden un contrapunto muy particular a su dicción.
Su forma de componer, aunque vestida de electrónica está enlazada con la tradición de Johnny Mitchell por la riqueza estructural. Cerró con una preciosista adaptación de “Ni tú ni nadie” de Berlanga y Canut.
Nixon es todo lo contrario. Él procede de la artesanía de la gran tradición pop, la que nace en Tin Pan Alley, prosigue con Gerry Goffin y Carole King y atraviesa todo el siglo XX hasta llegar, por qué no, a Fran Nixon.
En este concierto, después de bastante tiempo sin pisar las tablas como solista, demostró que, aparte de su calidad compositiva, sabe sacar mucho partido a sus capacidades interpretativas. Pese a estar medio constipado, cantó dulce, cercano y afinado y, en todo momento, alcanzó las notas màs altas con limpieza. Su guitarra acústica sonó clara y bien y, salvando las distancias, conseguía mezclar acordes y arpegios cristalinos que llenaban la sala.
Pocos autores de este país cuentan con este cancionero. Temáticas propias y originales, letras muy bien encajadas, estribillos que despegan y giros en frases o acordes que te mantienen siempre atento. Y eso que ni siquiera se acercó a su repertorio con Australian Blonde, que daría para otra #SesionRuidoByStubHub. -Por cierto, este sábado se estrena en el FICX el documental sobre la preparación, grabación y gira que Steve Wynn y Australian Blonde hicieron de su disco conjunto “Momento” (Astro Discos, 2000). Uno de los primeros álbumes en grabarse a distancia compartiendo archivos digitales, entre Cádiz, Gijón y Nueva York).
Fran sólo tocó sus temas con Nixon y La Costa Brava.
Se abrió paso Fran con la rueda de acordes de “Siempre es el cumpleaños de alguien” que así desnuda, a guitarra y voz, tenía mucho de “Wichita lineman” patrio. Desde el primer momento que abrió la boca se apropió de todos sus referentes y vimos cómo se llevaba a todo un Jimmy Webb a su terreno. El uso de las séptimas mayores donde en ningún momento suena a bossa nova es de un nivel muy alto. Así como con Australian Blonde le salían las referencias en cada acorde, en sus última obras, sólo se parece a sí mismo y no es sólo por las letras.
Con “Médico rural” volvió a demostrar su capacidad de meter al oyente en situación con una o frases al comienzo de una canción: ”Vivo en una aldea…”
“Lo malo que nos pasa”, de arreglo más similar al disco, reveló su querencia por ubicar lugares con nombre propio y se notaba en las caras del público que se deleitaba cuando escuchaba los nombres de calles o sitios que reconocían.
Uno de los momentos más hermosos llegó con la maravillosa elegía pop que es “Normandía y Algora”, una canción que pese, a hablar de su fallecido amigo, Sergio Algora (1969-2008), en ningún momento tiene rastro de patetismo o tristeza; cantarla esbozando una sonrisa tiene mucho mérito. Se echó de menos el saxofón de la versión en estudio, pero a estas alturas de concierto, la gente estaba más que entregada.
Estrenó canción nueva, “La cerveza no es alcohol”, con un regusto más americano y cuyo título recuerda a esas frases de sabiduría nocturna que ocasionalmente publicaba en El Butano Popular.
Casi se cae la sala cuando Nixon anunció disco nuevo para el año que viene. Ovación de oro a la noticia exclusiva por parte de un público que abarrotaba el local y que no tenía ningunas ganas de irse para casa.
Gracias a la súplica popular, hizo unos cuantos bises y le faltó un cuarto de hora para alcanzar las dos horas de concierto. En este tramo final, tiró del pop animoso de su primer álbum en solitario y de La Costa Brava; la emoción era tanta que, en medio del entusiasmo febril, hasta nos pareció que estrenaba un tema nuevo.
La #SesionRuidoByStubHub de Francisco Nixon fue la confirmación del poder rejuvenecedor y enriquecedor del pop.
imágenes de @nabscab